Con el paso de los años, la conexión a internet por fibra óptica es cada vez más común en nuestra vida diaria, siendo utilizada principalmente en conexiones a internet más rápidas en empresas y también en uso doméstico. Sin embargo, debido a que está hecho de un material conocido como cristal de óxido de silicio, su aplicación está limitada en ciertas áreas, como la medicina. Recientemente, un invento de investigadores de Unicamp – Universidad Estadual de Campinas, desarrolló un material a partir de algas.
En la práctica, el material se sintetiza a partir de la agar, una gelatina natural, la novedad trae características que son de alguna manera inherentes a las composiciones orgánicas: es biodegradable, biocompatible y hasta comestible. En otras palabras, esto permite, después de la implantación en organismos vivos, sondas del tipo que se absorben completamente. Un ejemplo de su uso es la transmisión de luz para fototerapia u optogenética, como la estimulación de neuronas por luz para el análisis de circuitos neuronales.
En una entrevista, eric fujiwara, uno de los investigadores implicados en el estudio, cuenta detalles de la hazaña:
“Nuestra fibra óptica consta de un cilindro de agar, con un diámetro externo de 2,5 mm, y una disposición interna regular de seis orificios de aire cilíndricos, cada uno de 0,5 mm de diámetro, que rodean un núcleo sólido. La luz está confinada debido a la diferencia entre los índices de refracción del núcleo de agar y los agujeros de aire”.
Además, las expectativas iniciales de la tecnología van más allá. Esto se debe a que, al haber sido probado en diferentes medios, como aire, agua, etanol y acetona, se comprobó que la fibra óptica de las algas es sensible al medio ambiente, lo que prueba directamente su funcionamiento como sensor. Por lo que la detección de microorganismos en órganos específicos no está lejos de la realidad práctica, lo cual es francamente asombroso.
Eric detalla más lo siguiente:
“El hecho de que la gelatina sufra cambios estructurales bajo variaciones de temperatura, humedad y pH hace que la fibra sea adecuada para fines de detección óptica. En este caso, la guía de ondas se puede diseñar como una unidad de muestra desechable que contiene los nutrientes necesarios. Las células inmovilizadas en el dispositivo se detectarían ópticamente y la señal se analizaría con una cámara o un espectrómetro”.
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Con información adicional: Innovación tecnológica