Review: Super Mario Odyssey

Una nueva consola de Nintendo nunca está completa sin una. Super Mario, y aunque el Interruptor de nintendo ya ha recibido con éxito dos títulos en los que participa el famoso fontanero del bigote, a saber mario kart 8 de lujo y Mario + Rabbids: Batalla del Reino, le faltaba un título como Super Mario Odyssey.

La leyenda de Zelda: Aliento de lo salvaje, que se lanzó junto con Nintendo Switch en marzo de 2017, ha ayudado enormemente a las ventas y la aceptación del mercado del dispositivo, pero para muchos, particularmente las masas, Nintendo sigue siendo sinónimo de Super Mario. Este nuevo título conlleva, por tanto, una gran responsabilidad, la de “catapulta” la consola Nintendo a un público aún más amplio.

Es prácticamente imposible que no te gusten aunque sea un poquito los juegos de la franquicia. Super Mario. Con más de 30 años, es sin duda una de las franquicias más populares del mundo gaming. Aunque en el Reino Champiñón nadie envejece, si contamos los años desde su debut, Super Mario ya tiene bastante edad.

En Super Mario Odyssey hay un espejo de la experiencia de la infancia, donde muchos de los lectores mayores tuvieron su primera experiencia con la serie. Por un lado, tenemos un nuevo juego lleno de contenido y, por otro, una nueva computadora de mano de Nintendo que supone un salto cualitativo en “juegos de bolsillo”.

El nuevo juego es el máximo representante de la filosofía de Nintendo, conservando los elementos tradicionales que todo el mundo conoce e introduciendo otros nuevos. No es un juego que corra riesgos ni vaya demasiado lejos, pero sí que tiene momentos de auténtico encanto y diversión.

La palabra clave es "capri”, el compañero con forma de sombrero que acompañará a Mario durante toda su odisea por el increíble planeta. Cappy tiene un poder muy especial y complementario, el de "poseer” los diversos enemigos que aparecen. Es una idea que, pese a parecer relativamente sencilla, proporciona resultados maravillosos. Esto es lo que necesitaba la serie para escapar de la monotonía y la monotonía. obviamente eso Mario sigue siendo el personaje principal., pero la posibilidad de controlar a otros personajes de este universo trae novedades y desafíos muy creativos.

Cappy no es la única gran noticia. Super Mario Odyssey es como una aventura, rompiendo el molde de sus predecesores. Las plataformas y los saltos controlados siguen siendo una parte esencial de la experiencia, pero cada zona que visitas tiene más personalidad y sensación”más vivo”. La zona que mejor transmite esta sensación es Nueva ciudad de Donk, una ciudad claramente inspirada en Nueva York. Hay coches en las calles y personajes con un discurso sencillo pero afable, un gran paso adelante respecto a los mundos prácticamente estériles de juegos anteriores.

Cualquiera que haya jugado algún juego de la franquicia Super Mario sabe cuál es el historia. el temible Bowser ha vuelto a secuestrar a la princesa y esta vez quiere casarse con ella. Ésta es la excusa para la odisea, que en realidad es más bien una persecución. Bowser atravesará múltiples reinos para planificar la boda perfecta y causar estragos en el camino. En cada reino hay algo importante para la boda, como unas bonitas flores o una tarta increíble. Mientras Bowser deja un camino de destrucción, Mario atravesará cada uno de estos reinos siguiendo su estela y salvando el día.

Si bien cada mundo es visualmente diferente y presenta nuevos desafíos, el objetivo siempre es lo mismo. La nave de Mario funciona con lunas y, para continuar persiguiendo a Bowser, el jugador tendrá que encontrar suficientes lunas para que la nave tenga suficiente combustible para llegar al siguiente reino. El número de lunas existentes varía de un reino a otro, pero hay muchas más de las que parece. Cada nivel se esconde muchos secretos y formas creativas de conseguir las lunas.

Además, cada nivel también tiene un jefe diferente. Hay conejos, pájaros, dragones y otras criaturas malévolas con las que Mario tendrá que luchar antes de pasar al siguiente nivel. Bowser. Cada uno de estos encuentros tiene mecánicas diferentes, pero todas son simples e inmediatamente obvias. Yo diría que Super Mario Odyssey se divide en dos partes y la primera parte puede resultar demasiado fácil.

Es muy divertido, pero en el tramo final trae algunas molestias. Afortunadamente, después del final, hay nuevos desafíos y la dificultad aumenta gradualmente. Entiendo que este es un juego dirigido a todas las edades y personas, la dificultad no tiene por qué ser extrema (nada cabeza de copa ¡eh! 😀 ), pero tiene que haber un equilibrio. Si un juego muy difícil resulta frustrante, un juego muy fácil es monótono, es decir, un factor lleva al otro.

Aunque los juegos de Super Mario suelen consistir en correr y saltar, Odisea rompe un poco esa tradición. Está la capacidad de Cappy para controlar otros personajes y criaturas, transformando el juego de maneras increíbles, pero en el modo normal Mario tiene muchas sutilezas.

La jugabilidad tiene aún más sutilezas cuando jugamos con el Joy-Con en cada mano. En este formato entran en juego los controles por movimientos. Nintendo anima al jugador a jugar así, pero personalmente no me sentí lo suficientemente cómodo. Los Joy-Con son pequeños y por tanto no tienen ningún tipo de soporte, lo que genera molestias a la hora de llegar a los botones.

La posibilidad de comprar disfraces para Mario, utilizar monedas o una moneda especial que varía según los niveles, es otra novedad de Odyssey. Es muy divertido comprar y vestir al personaje de diferentes maneras, porque hay muchísimas combinaciones posibles. Es una novedad en la serie que podría haberse implementado hace mucho tiempo, al fin y al cabo existen infinidad de juegos que permiten personalizar al personaje con ropa, peinados, tatuajes y complementos.